Sí... Nené era una muñeca, ya que ha llegado la hora de decirlo. Una muñeca artística, lujosa, parlante, de un coste elevadísimo, con cara, manos y pies de porcelana-bizcocho, con peluca de verdadero pelo, traída de París directamente al bazar más elegante y surtido de Marineda.Emilia Pardo Bazán. Doña Milagros. Capítulo Capítulo VII.