El asunto es que esta noche, después de haber hecho -como decimos en la jerga teatral- tres actos mazacotudos de una comedia trivial, salí a la calle con el loable propósito de trasnochar en calma azul. (posible referencia sin formato: (Sienna, Pedro, 1893-1972. La caverna de los murciélagos. Editado en Santiago por Nascimento el año 1924. Página 29 [1])).