"un día, no se por cuál dicha o ventura, en el pobre poder de mi amo entro un real, con el cual el vino a casa tan ufano como si tuviera el tesoro de Venecia; y con gesto muy alegre y risueño me lo dio, diciendo: “Toma, Lázaro, que Dios ya va abriendo su mano. Ve a la plaza y merca pan y vino y carne: ¡Quebremos el ojo al diablo!" Anónimo (1987 [1554]). El Lazarillo de Tormes. Revista VEA, 78.
1Usted y ustedes son pronombres de segunda persona, pero emplean las formas verbales de la tercera. 2 Las formas de «vos» varían en diversas zonas de América. El voseo rioplatense prefiere para el subjuntivo las formas de «tú».