Yo también me había mordido las uñas como ella, y por eso tenía ahora unas porras gruesas a los extremos de los dedos. «Nunca he visto unos dedos tan porrudos», decía, y yo le contestaba que así se le pondrían a ella, si no dejaba de mascárselas.Carolina Dafne Alonso Cortés. Sota de copas, reina de espadas. Editorial: Knossos. Madrid, 1985.
Corcobió el de los tamangos Y creyéndose muy fijo: «—Mas porrudo serás vos, Gaucho rotoso» me dijo.José Hernández. El Gaucho Martin Fierro/the Gaucho Martin Fierro. Página 86. Editorial: SUNY Press. 01 ene 1967. ISBN: 9780873950268.