Las primeras tracerías, entre las que figuran estas de Tudela, eran muy simples, constituidas fundamentalmente por un mainel y un óculo en el vértice del hueco. Luego, todo se fue complicando, hasta llegar a alcanzar el carácter de una reja pétrea de imaginativo dibujo. Fernando Chueca Goitia (1965). Historia de la Arquitectura Española: Edad Antigua y Edad Media, 302.