Incierta. Coromines lo vincula con el provenzal antiguo bacallar, que supone de origen celta (*bakallakos); ninguna otra sugerencia etimológica resiste el análisis. El italiano vigliacco y el portugués velhaco derivan de la palabra española.
"poco a poco, con ayuda de las buenas gentes di conmigo en esta insigne ciudad de Toledo, adonde, con la merced de Dios, dende a quince días se me cerró la herida; y mientras estaba malo, siempre me daban alguna limosna, mas después que estuve sano, todos me decían: “Tú, bellaco y gallofero eres. Busca, busca un amo a quien sirvas.”" Anónimo (1987 [1554]). El Lazarillo de Tormes. Revista VEA, 59.