Incierta. La Academia la deriva directamente del latín borras ("bóreas")1, mientras que Coromines2 reconoce una complejidad en la evolución romance que hace imposible una derivación precisa. En cualquier caso, el vocablo y sus cognados (catalán borrasca, francés bourrasque, italiano burrasca) derivan de una sufijación de aquel etimo latino, variante de boreas, del griego antiguo Βορέας (Boréas)3, del protoindoeuropeo *gʷorʰ- ("montaña")4
"Torné de nuevo á rompella, / por ver si me aprovechaba, / y cuando el fruto assomaba, / vino borrasca sobre ella, / que quiso el Tiempo tirano / que no llegasse á sazón". Gálvez de Montalvo, Luis (1907 [1582]) El Pastor de Fílida. Madrid: Bailly-Baillière, p. 454
"Y estuvo tres días, dexando hecha una trinchea a la lengua del agua y arrimada al castillo donde se desembarcaron los bastimentos y municiones, porque si nuestras galeras con alguna borrasca, que muy de ordinario suele haver en estas playas, les fuesse forçoso yrse a puerto más seguro, no nos faltasse el mantenimiento, que nos fuera mortal daño. " Collazos, Baltasar (2002 [1566]) Comentarios de la fundación y conquistas y toma del peñón. Valencia: Universidad de Valencia, p. 76R
"Los vientos en las áreas ciclónicas o de borrasca (marcadas con B = área de baja presión o de borrasca) se producen en sentido contrario a las agujas de un reloj en el hemisferio Norte." González Velsco, Jaime (2009) Energías renovables. Barcelona: Reverte, fig 5.2, p. 292
"De todos los que tienen llana tierra / Se hizo division desta manera, / Huyendo las borrascas de la guerra / Y aquel atropellar de bestia fiera, / Unos por los peñoles de la sierra, / Otros por el andén del escalera, / Quedando sin espiritu de vida / No poca gente por allí tendida. " de Castellanos, Juan (1847 [1589]) Elegías de varones ilustres de Indias. Madrid: Ribadeneira, p. 262
"Pero, como la embidia suele ir siempre ladrando tras la virtud, a las llamas de este fuego se seguía el humo de la contradición. Y assí se levantaron en París grandes borrascas contra él; y la causa particular fue esta." de Ribadeneira, Pedro (1965 [1583]) Vida de San Ignacio de Loyola. Roma: Monumenta Historica Societatis Iesu, p. 216
"El dicho Florio fué a inquietar los herreros, informado de lo pasado, y decilles que pues ellos tenían habilidad, por qué no hacían limas sordas y que él se obligaba a dar libertad a la chusma si le daban modo de desherrarse. Los herreros, escarmentados de la borrasca pasada, dijeron que no se querían ambarazar." de Pasamonte, Jerónimo (1956 [1605]) Vida y trabajos. Madrid: Atlas, p. 17
↑Mallory, J. P. & Adams, Douglas Q. (2006) The Oxford introduction to Proto-Indo-European and the Proto-Indo-European world. Oxford: Oxford University Press, p. 121. ISBN 9780199287918