Proviene de la costumbre existente entre los soldados españoles de la Edad Media de besar un puñado de tierra como señal de despedida cuando en una batalla caían heridos y vislumbraban fallecer.1
↑Iribarren, José Mª (Octubre de 1996). en Departamento de Educación, Cultura, Deporte y Juventud.: El porqué de los dichos., Novena (en español), España: Gobierno de Navarra., 176.