Y en toda la casa no había ninguna cosa de comer, como suele estar en otras: algún tocino colgado al humero, algún queso puesto en alguna tabla o en el armario, algún canastillo con algunos pedazos de pan que de la mesa sobran.Anónimo. El Lazarillo de Tormes (1554). Página 38. Editorial: Revista VEA. 1987.