nunca
nunca | |
pronunciación (AFI) | [ˈnuŋ.ka] |
silabación | nun-ca |
acentuación | llana |
longitud silábica | bisílaba |
rima | un.ka |
Etimología
[editar]Del latín numquam
Adverbio de negación y de tiempo
[editar]- 1
- En ningún momento o circunstancia posibles.
- Sinónimos: jamás, en mi vida.
- 2
- Alguna vez.
- Ejemplo:
Si es posible trazar un perímetro visual a base de aproximar paulatinamente al centro los estímulos laterales, los resultados de la medición varían de un momento a otro sin llegar nunca a determinar el momento en el que un estímulo, primeramente visto, deja de serlo.Maurice Merleau-Ponty. Fenomenología de la Percepción (1945). Página 27. Traducido por: Jem Cabanes. Editorial: Planeta-Agostini. 1.ª ed, 1993. ISBN: 8439522193.
- 3
- De alguna manera.
- Ejemplo:
En realidad, el psicólogo, por positivo que quiera seguir siendo, siente muy bien que todo el precio de las investigaciones inductivas es de conducirnos a una visión de los fenómenos, y nunca resiste por completo a la tentación de indicar, por lo menos, esta nueva toma de consciencia. Así, P. Guillaume (Traité de Psychologie, p. 175), al exponer las leyes de la constancia de los colores, escribe que el ojo «tiene la iluminación en cuenta». En cierto sentido, nuestras indagaciones no hacen más que desarrollar esta breve frase. Ésta nada significa en el plan de una estricta positividad. El ojo no es el espíritu, es un órgano material. ¿Cómo podría nunca «tener en cuenta» nada de nada? Sólo puede hacerlo si introducimos, al lado del cuerpo objetivo, el cuerpo fenomenal, si hacemos de él un cuerpo cognoscente y si, finalmente, sustituimos, como sujeto de la percepción, la existencia a la consciencia, eso es, el ser-del-mundo a través de un cuerpo.Maurice Merleau-Ponty. Fenomenología de la Percepción (1945). Página 323. Traducido por: Jem Cabanes. Editorial: Planeta-Agostini. 1.ª ed, 1993. ISBN: 8439522193.
- Ejemplo:
Cuando decimos que un objeto es gigantesco o minúsculo, que está lejos o cerca, lo hacemos frecuentemente sin ninguna comparación, ni siquiera implícita, con ningún otro objeto, o siquiera con la magnitud y la posición objetiva de nuestro propio cuerpo; sólo respecto de cierto «alcance» de nuestros gestos, de cierta presa del cuerpo fenomenal sobre su circundancia. Si no quisiésemos reconocer este arraigamiento de las magnitudes y distancias, se nos remitiría de un objeto-punto de referencia a otro sin comprender cómo pueda haber nunca para nosotros magnitudes o distancias. La experiencia patológica de la micropsia o de la macropsia, al cambiar la magnitud aparente de todos los objetos del campo, no deja ningún punto de referencia respecto del cual los objetos puedan parecer m ás grandes o más pequeños que de ordinario, y no se comprende, pues, más que respecto de un patrón preobjetivo de las distancias y las magnitudes.Maurice Merleau-Ponty. Fenomenología de la Percepción (1945). Página 281. Traducido por: Jem Cabanes. Editorial: Planeta-Agostini. 1.ª ed, 1993. ISBN: 8439522193.
Traducciones
[editar]
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