Para burlarse de Sócrates, Aristófanes lo sitúa en el pensadero, adoctrinando a sus discípulos desde un cesto colgado del techoManuel García Morente. Símbolos del pensador. Página 58. Editorial: Ediciones Encuentro. Madrid (España), 2012. ISBN: 9788499207704.
que lo propio del hombre está en el pensadero, o si lo queréis más claro, en la cabezaJosé Ramón Arana. Can Girona. Página 144. Editorial: Editorial Al-Borak. 1973.