Afuera tendría principio, bajo una vasta tienda, el fúnebre banquete habitual, mas yo nada oí; terminado éste y su algazara, el Faraón y los comensales regresarían a Tebas. Una vez por año, cuando el dios Amón de Karnak cruza el río en una barca de madera del Líbano, para visitar la necrópolis, Ramsés vendría al Valle, agitando un incensario; lo escoltarían el visir, con el flabelo, y el Escriba Real, quien traería un ramo de papiros. Año a año vendrían, el décimo mes. Ahora la oscuridad y el silencio eran los faraones; el desierto también, su enorme aliado. Manuel Mujica Lainez (1982). El escarabajo.
Tout le monde fut pour lui, non pas parce qu'il était dans le bon chemin, non pas parce qu'il était raisonnable, non pas parce qu'il était aimable, mais parce qu'il était premier visir. Voltaire (1748). «VII», Zadig ou la Destinée. Les disputes et les audiences.