Del árabe hispánico الغَزَارَة (alḡazara, "locuacidad"), y este del árabe غَزَارَة (ḡazārah, "abundancia").
el señor Bhaer pidió al chico una canción para que todos cantaran. Hubo gran algazara y los muchachos cantaron a todo pulmónLouisa May Alcott. Hombrecitos. Página 9. Editorial: Colicheuque. 1871.