Éramos ya treinta pasajeros, divididos en dos grupos distintos: formaban el más numeroso, siete santandereanos, cinco antioqueños, un boliviano, un panameño, un cubano, un casanareño, un cundinamarqués, un alemán, su señora y una señorita, que habiendo vivido largos años en Bogotá y en Medellín, se asimilaban al grupo colombiano, y diez americanos del Norte, alemanes, ingleses y un francés, que en breve se incorporó también en la compañía de raza latina, con preferencia a la de los demás europeos.Salvador Camacho Roldán. Notas de Viaje. Capítulo De Colón a Nueva Orleans.