Recipiente de vidrio, u otro material, con capacidad para varios litros de vino, u otro líquido, protegido por una red de mimbre que lo envuelve y además le proporciona un asa.
El Chuico y la Damajuana después de muchos percances para acabar con los chismes deciden matrimoniarse. Subieron a una carreta tirada por bueyes verdes uno se llamaba ¡Chicha! y el compañero ¡Aguardiente! como era pleno invierno y había llovido tanto tuvieron que atravesar un río de vino blanco. Tan bien se sentía el Chuico juntito a su Damajuana que el sauce llorón reía y el cactus acariciaba.Nicanor Parra. “El Chuico y la Damajuana” en La Cueca Larga.