Es bien triste, bien triste! ¡Cuántas veces los forzados del hambre, condenados a domar las bravías hirsuteces de la Pampa, rabiosos de fastidio, dejan de ser los brutos fatigados i, como los malditos de Siberia, sienten que les empuja hácia el suicidio la desesperacion de su miseria!Víctor Domingo Silva. Hacia allá... : poemas orijinales. Página 224. 1905.