En 1883, Arona la ejemplifica con frases como “tracalada de disparates”, o “tracalada de desvergüenzas” (1975: 375). Encontramos “tracalada de alabanzas” en la prosa festiva de Clemente Palma (1938: 233), “tracalada de blandengues” en el colombiano Tomás Carrasquilla (1974: 238), “tracalada de fatuos” en el paraguayo Roa Bastos (1986: 13).Carlos Arrizabalaga. “Tracalada”. Temas Lungüísticos.
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Maniobra, artimaña para engañar o burlar a alguien.