Esta fiebre inauguradora que sufre el actual Ejecutivo les lleva a darle una real patada en donde la espalda pierde su augusto nombre a su plan de reducción de gasto energético. Bastaría con que la vergüenza torera volviera a la clase política para que los gastos superfluos de la administración bajasen en picado.“Queda inaugurado este cuartel”. 07 mar 2011.