¡Y el arco apretado de la boca encantadora!¡Y el cuello grácil!¡Y los hombros henchidos como frutos maduros!María Luisa Bombal. La Última Niebla. Capítulo La Historia de María Griselda. Página 86. Editorial: Revista VEA. 1987.
Las frondosas velas negras orgullo de su barco, henchidas allá en los mástiles cuan ancho eran.María Luisa Bombal. La Última Niebla. Capítulo Lo Secreto. Página 67. Editorial: Revista VEA. 1987.