¿Cómo y con qué compraremos, díganme si no, dónde consagrar nuevamente las hostias para que reciban a Nuestro Señor? —si es que Él quiere venir de nuevo a sus ingratos corazones, que buena falta les haría— a ver si así se les sale el chamuco, y borramos de su alma el pecado de creer en estas supersticiones.Jenny E. Hayen. Por la calle de los anhelos. Editorial: Edamex. México D.F., 1993.
Ejemplo:
El Señor San Miguel me ampare, pero ese hombre huele a chamuco, don Yuliano sí, a puritito chamuco.Eladia González. Quién como Dios. Página 137. Editorial: Planeta. 1999.
Ejemplo: A éste ya lo besó el chamuco (posible referencia sin formato: Sacerdote Nacho Libre).