Del latín Aramæus1, y este del griego antiguo Ἀραμαῖος (Aramaĩos), del arameo antiguo ܐܪܡܝܐ, ארמיא (ʾaramáyé), de ܐܪܡ, ארמ (ʾarām), topónimo de origen incierto
"Aram el quinto poblo a aramea. & los de su linaje ouieron nonbre arameos & los griegos les llaman sirios. & por esta rrazon son dichos arameos. Este poblo vna çibdad que ha nonbre traconiriden & esta es entre asiria & palestina." Mejía, Fernando (1902 [1485]) Libro intitulado nobiliario vero. Madison, WI: Hispanic Seminary of Medieval Studies, p. 9V
"El edificio, adornado con mosaicos llamados fusaifusa, fue construido en el 705 sobre la planta de una basílica cristiana, edificada sobre el templo pagano del dios Júpiter que, a su vez, se elevaba sobre el santuario del dios arameo Hadad." Leguineche, Manuel (1995) El camino más corto. Una trepidante vuelta al mundo en automóvil. Barcelona: Plaza & Janés, p. 177
3 Religión.
Descendiente del personaje bíblico Aram, hijo de Set, hijo de Noé
4
Propio de o relativo al arameo5 o el abyad que se emplea para escribirlo
Ejemplos:
"Análogo carácter tienen las letras de los alfabetos egipcio, arameo, fenicio, neopúnico, moabítico, samaritano, palminano, raschi ó rabínico español, etíope y algún otro." Blanco Sánchez, Rufino (1902 [1896]) Arte de la escritura y de la caligrafía. Madrid: J. Palacios, p. 69
"Y habló Jesús en su dialecto arameo". Miró, Gabriel (1916) Figuras de la Pasión del Señor. Barcelona: E. Doménech, t. I, p. 101
Cualquiera de varias lenguas semitas, de la rama noroccidental, descendientes de la hablada por los arameos2; fueron las lenguas oficiales del imperio aqueménida, del asirio, del caldeo, y se hablaron en el Israel bíblico junto al hebreo; algunas ramas subsisten en uso doméstico o litúrgico en diversas comunidades
"El cristianismo no se propagó en el arameo que hablaban Cristo y los apóstoles, sino en el griego de los evangelistas y de San Pablo." de Unamuno, Miguel (1907) “114: a Luis Maldonado”. En: Epistolario inédito (1991) Madrid: Madrid, t. I, p. 231
"Desde el amanecer del nuevo año la llamabas así, my Queenie, mi reinita, en la lengua privada que habían construido para la intimidad y que abrevaba en un delta de otras lenguas: el arameo de Queenie, tu inglés y tu italiano, su portugués, tu checo." Martínez, Tomás Eloy (2002) El vuelo de la reina. MAdrid: Alfaguara, p. 212