En varias regiones de nuestro país una de las formas de hablar de la homosexualidad masculina —como veremos luego, de la femenina poco se habla—, opone dos categorías dicotómicas: el cacorro —hombre que penetra a otro hombre— y el marica —el penetrado.José Fernando Serrano A. “Entre negación y reconocimiento. Estudios sobre homosexualidad en Colombia.” en Nómadas. 1997.