Que la paz sea contigo, Ana María, niña obcecada, voluntariosa y buena. Y que Dios te asista y reciba en Sí. Ese Dios del que te empecinaste en vivir apartada.María Luisa Bombal. La Última Niebla/La Amortajada. Capítulo La Amortajada. Página 175. Editorial: Planeta. 2012.