«Diez minutos sin apenas tocarla, baño, ducha, un par de autógrafos y para el hotel. La noche es muy larga. Recogieron sus bártulos y, tapando a su ídolo para que no le molestaran con “las malditas fotos”, abandonaron la playa con un volveremos: “Mañana venimos más pronto”». La Vanguardia (1995). MARGARITA PUIG, 1.