Del francés kangourou1, a su vez del inglés kangaroo2, y originalmente del guugu yimidhirr gangurru ("canguro gris")3, registrado por el capitán James Cook en 1770
"El canguro, que lleva sus hijuelos en la bolsa que tiene bajo el abdomen, acostumbra mantenerse derecho, apoyado sobre los miembros posteriores y la cola y á marchar á saltos, sin perder esa posición, para no maltratar á sus crías y tal vez de esto depende el desarrollo exagerado de sus patas de atrás con relación á las de delante, y de ahí también la dilatación de su cola, que le sirve para completar la base de sustentación y para ejecutar sobre seguro sus principales movimientos." Egozcue y Cia, Justo (1893) Discurso leído ante la real academia de ciencias exactas, físicas y naturales. Madrid: Luis Aguado, p. 53
"El anorac más corriente y útil es el llamado ‘canguro’ o ‘buzo’, provisto de capucha, cerrada por delante, amplio y con un único bolsillo central en el pecho (por eso se le llama canguro)." Faus, Agustín (1963) Diccionario de la montaña. Barcelona: Juventud, p. 58
"Es imprescindible un anorak, un canguro o una prenda que proteja del sol." Consejos. La Vanguardia, 21 de mayo de 1994
"Claro que la escena paternofilial conllevaría otras obligaciones menos gratas; la rutinaria convivencia familiar; ver televisión todas las noches; y los sábados, que es cuando vendría la canguro, ir a cenar a un restaurante con otra pareja." Montero, Rosa (1988) Amado Amo. Madrid: Debate, p. 22
"La verdad es que no me gusta la idea de dejar a Tamara sola en casa, pero ella no quiso ni oír hablar de que contratáramos a una canguro para que la cuidara durante el día. Me dijo que ya era demasiado mayor, que no necesitaba que la vigilara nadie, y como Maribel se ofreció a ocuparse de ella y a hacerle la comida…" Grandes, Almudena (2002) Los aires difíciles. Barcelona: Tusquets, p. 87