Del italiano arlecchino, y este del francés medio harlequin, del antiguo halequin, "geniecillo, duende", de Hellequin, nombre de origen incierto dado por Adam de la Halle a un personaje diabólico, quizás por la influencia del anglonormando, adaptando el inglés antiguo *Herlacyning, "Herla rey", y el nombre de aquél del protogermánico *χarilan, "general", un epíteto de Odín1