Del latín Saracenus, y este del griego antiguo Σαρακηνός (Sarakenós), a su vez de etimología incierta. La mayoría de las autoridades lo deriva del árabe شرقيين (sharqiyyin), "oriental", aunque se han propuesto otras posibilidades, como el árabe سارق (sariq), "saqueador".1
Un caballero entre los seis venía Que en ninguna deidad ni ley creia; // Hijo de una judía y de un pagano, Nacido en lo mejor de Palestina, Que fué un tiempo rabí, y otro cristiano, Gentil y de la secta sarracina, Maniqueo, talmudista y arriano, Y ahora á ninguna religion se inclina.Bernardo de Balbuena. El Bernardo. Página 322. Editorial: Nabu Press. Ene 2014. ISBN: 9781295480999.
habiéndose vuelto a enredar la sarracina de palos y cuchilladas, la victoria se decidió en favor de la tropa, que no satisfecha con arrojar de allí al pueblo corrió por las calles, escaló las casas y atropelló a todo el mundo.José de Espronceda. Sancho Saldaña, ó, El castellano de Cuellar. 1834.
↑González Blanco, Elena (2006) "Sarracín, sarraceno y su campo semántico: un problema léxico abierto". En: Interlingüística, 17:445-454. ISSN 1134-8941 [1]