Terreno o espacio geográfico, especialmente en el campo, que puede ser apreciado de un vistazo, ocupado por alguien, o empleado para cierto propósito, en particular para detenerse y descansar.
«[...] hay que ser muy valiente para desprenderse de lo que uno es, del mundo que le resulta reconocible y familiar y del suelo que pisa, para internarse en esos parajes encantados, extraños, [...]» Oses, Darío (1992). Rockeros Celestes. Andrés Bello, 8.