"Confiesa el actor la divinidad e humanidad del Señor". de Mendoza, Íñigo (1968 [1482]) Coplas de Vita Christi. Madrid: Espasa-Calpe, p. 4
"Las conversaciones se reducen muchas veces a problemas técnicos del coche, a temas políticos o deportivos; y, si hay niños, a preguntar cómo se han portado antes de irse a dormir. Son diálogos impersonales, técnicos y, por lo tanto, vacíos de humanidad." López Ibor, Juan José (1968) El libro de la vida sexual. Barcelona: Danae, p. 147
"si en obra poner vuestra grandeça me haze temor, la gran virtud vuestra e humanidad me dan osadía". de Valera, Diego (1959 [1486]) Tratado de las epístolas enviadas por mosén Diego de Valera en diversos tienpos e a diversas personas. Madrid: Atlas, p. 13
"Francisco, después de tanto tiempo de proscripción general, experimentó la humanidad de aquellos hombres, cálida y próxima, como si fuera un bálsamo para su alma." Martín Vigil, José Luis (1968) Los curas comunistas. Barcelona: Círculo de Lectores, p. 331
"como aya entre vosotros zelo y contençion sois carnales y andais segund que onbre queriendo sentir dello, que los que traen discordes las voluntades con reprehensible humanidad cometen el pecado". de Villalpando, Antonio (2000 [1500]) Razonamiento de las Reales Armas de los Católicos Reyes don Fernando y doña Isabel. Salamanca: Universidad de Salamanca, p. 185R
"¿qué debemos hacer nosotros ahora, y qué debemos pensar de esas clases corrompidas que no conocen más ídolo que su interés, el cual está en contradicción con el de los pueblos y de la humanidad entera?" Romero Alpuente, Juan (1821) “Intervenciones en las Cortes Ordinarias”. En: Escritos (1989) Madrid: Centro de Estudios Constitucionales, t. I, p. 200
"Apenas me ví con los huesos de punta, y que con el socorro de los traspieses y columpios enderezaba, y detenia en el suelo á mi abutardada humanidad, acudí con prisa importuna á menudear estregones á las cuencas de los ojos". de Torres Villarroel, Diego (1794 [1752]) Anatomía de todo lo visible e invisible. Madrid: Viuda de Ibarra, p. 1
"Pero como la tapia era vieja se desmoronó sin soportar aquel alarde de fuerza y el terrateniente, entre nubes de polvo, dio con su humanidad en el suelo." Icaza, Jorge (1994 [1961]) Huasipungo. Madrid: Cátedra, p. 234