ESOS DOS AÑOS SIN MIS HIJOS FUERON TERRIBLES. La primera Navidad no los pude ver, me los escondió, y los regalos se los llevé a niñitos en estado irregular. La segunda, decidimos comer todos juntos en mi casa… No apareció hasta el otro día a las seis de la tarde. Mis niños dijeron nunca más y desde ese día la pasan conmigo fuera de Chile. Lo que sí, el árbol, las luces y el pascuero los tengo instalados desde octubre. Todos dicen que debo tener una tranca con la Navidad (Raquel, la otra. En Revista Caras. [1]).
Ejemplo:
¿Cómo te enfrentas al guión? Sufro lo indecible. Es lo más difícil que hay. Chile tiene una tranca con la narrativa que no entiendo. He aprendido a aceptarlo; a aceptarlo en mí misma y en los que me rodean, pero casi que tenemos una tara mental con la narrativa (Luz Croxatto: “Contar una historia es algo que nos cuesta ene”, en blog escrito y manuscrito, 17 de diciembre de 2009 [2]).