Del gótico *𐌲𐌰𐌽𐍃 (*gans), y este del protogermánico *gans, del protoindoeuropeo *ǵʰans-. Desplazó de la lengua corriente el latín vulgar avica, auca ("oca"), que a su vez había desplazado el clásico anser ("ánsar"), procedente del mismo etimo indoeuropeo. Compárese el gallego y portugués ganso, o los numerosos cognados germánicos (alemán Gans, bajo sajón Goos, frisón goes, inglés goose, neerlandés gans, noruego, sueco y danés gås, yídish גאַנדז (gandz)), así como, más remotamente, el griego antiguo χήν (khén), el albanés gatë, el irlandés gé, el letón zùoss, el ruso гусь (gus'), el sánscrito हंस (haṃsa), el avéstico 𐬰𐬁 (zā), el persa غاز (ğâz), el tayiko ғоз (ġoz), el oseta хъаз (x”az) o el pashto قازه (qāzâ). El prototúrquico *kāŕ, *kaz (turco kaz) es probablemente también un préstamo indoeuropeo
"Y todas las provisiones / han de valer tan barato / que dos gansos, con un pato, / valdrán por tres ansarones; / las gallinas y capones / se cevarán por su pico" del Encina, Juan (2003 [1496]) Cancionero. Madrid: Universidad Complutense, p. 62R
"Hay muncho pescado y también muncho marisco, de que se mantienen los de la tierra; y muncha caza de patos y gansos, que crían los indios." de las Casas, Bartolomé (1994 [1561]) Historia de las Indias. Madrid: Alianza, p. 6
"Rosa— ¿Qué rústicamente que habla! / García— Todo él es contrahecho. / Segura— ¡Qué ganso es el camarada!" de la Cruz, Ramón (1915 [1765]) El chasco de los aderezos. Madrid: Bailly-Baillière, p. 211
"—¡Qué torpe! ¡qué ganso! — dijo con acritud Constancia." Caballero, Fernán (1984 [1852]) Clemencia. Madrid: Cátedra, p. 101
"¿Que no me llamarás, dices? —replicó la mujer—. ¡Sería quizá demasiado favor que harías a la que tantas veces ha sido llamada por los Grandes, por los embajadores, por la Corte entera! ¿Sabes tú, rústico, ganso, zopenco, el dineral que se daba sólo para oírme?" Caballero, Fernán (1997 [1849]) La gaviota. Barcelona: Crítica, ¶280
"Los defiendo a capa y espada; se ha hecho en extremo ganso y vulgar criticar a los gobiernos. Nadie de buen tono lo hace; pero vos, señora, ¿por qué armáis contra ellos vuestras formidables baterías, de que habla Napoleón en sus memorias? ¿Qué os han hecho los Ministros, esos pobres Atlantes?" Caballero, Fernán (1984 [1852]) Clemencia. Madrid: Cátedra, p. 306