"De mas humilde escala son el del Cardenal, el de Paris, el café Poissoniére, el de la Cité y otros, y sin embargo acaece que un penitente entra en ellos á tomar una ligera refaccion ó desayuno, y le sale un medio pollo al precio moderado de 6 francos, ó restaura sus fuerzas con una chuleta], un gajito de uvas y la mitad de media botella de Burdeos por la miseria de 7 francos y 60 céntimos." Lafuente, Modesto (1842) Viajes de fray Gerundio por Francia, Bélgica, Holanda y orillas del Rhin. Madrid: Imprenta de la calle del Sordo, t. I, p. 215
"Felizmente, encontró en la calle de Toledo a su paisano y amigo Mateo del Olmo, de quien obtuvo, no sin esfuerzos de elocuencia, el anticipo de una peseta. Con ella compró pan, dos huevos y una chuleta, y guardó el resto para lo que ocurriese. Todavía había Providencia." Pérez Galdós, Benito (2003 [1883]) El doctor Centeno. Alicante: Universidad de Alicante, p. 135
2 Gastronomía (alimentos).
Por extensión, lonja cualquiera de carne de alimento
"Resulta evidente que los zapatazos de Zapatero no son de Zapatero sino de otro que está detrás y le pasa la chuleta en el examen." El negro de Zapatero. La Razón, 17 de junio de 2003
"Como las teclas de función tienen funciones diferentes dentro de cada programa, no hay forma de saber para qué sirve cada tecla. Para solucionar esto, algunos programas muestran en la parte inferior de la pantalla una indicación de qué es lo que hace cada tecla de función. Pero otros programas no lo indican en pantalla. Por eso es necesario que tengas el manual delante o una "chuleta". La mejor [Anterior]chuleta[Siguiente] es la que está al lado de lo que quiere explicar. Así se inventaron las plantillas de teclado." del Teso, Kosme (1995) Introducción a la informática para torpes. Madrid: Anaya, p. 79
"Las contracciones que se producen en el mueble, tiran de las fibras, abriendo grietas en el sentido longitudinal de la madera y la chuleta que vamos a poner estará cortada en el mismo sentido de la fibra, procurando que sea de un tipo de madera lo más parecida a la del mueble que estamos tratando. Raspamos las paredes de la grieta con un formón o con lija de madera del nº 0, para eliminar restos de suciedad acumulados, así como alguna fibra suelta de la madera que impida la correcta colocación de la nueva pieza. Ponemos cola en la grieta y en la chuleta, sin escatimar. Encajamos la chuleta en la grieta presionándola con la cara de un martillo, con fuerza, repasando de un extremo al otro, siempre en la dirección de la fibra. De esta forma asentamos la pieza y la obligamos a que escupa la cola sobrante." de la Lastra, María Teresa (1999) Cómo restaurar muebles antiguos. Madrid: Alianza, p. 144–5